El domingo 2 de Abril unas 300 personas representantes de
comunidades de San Isidro Cabañas se congregaron en dicho pueblo para celebrar
el triunfo de haber logrado que la Asamblea Legislativa aprobara una ley que
prohíbe la minería metálica en el país.
La celebración se hizo acompañar de representantes de
comunidades de Cuscatlán, pueblos indígenas del Occidente del país y de la zona
del Bajo Lempa de Usulután, que son de los territorios donde el MOVIAC tiene
sus principales bases organizadas que mantienen una permanente lucha contra los
impactos del cambio climático y los daños ambientales ocasionados por
corporaciones que buscan únicamente su beneficio económico sin considerar los
aspectos sociales y ambientales.
La conmemoración fue coordinada por la Asociación Amigos de San Isidro Cabañas ASIC que es la organización local del MOVIAC y contó con el respaldo de ACUDESBAL, Pasos del Jaguar y CESTA Amigos de la Tierra, además de la presencia solidaria de la diputada de Cabañas Sra. Marina Alvarenga y la Sra. Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos Sra. Raquel Caballero.
La ceremonia tuvo un significativo valor histórico porque
la primera de las víctimas que fue asesinada por oponerse a la minería metálica
fue Marcelo Rivera, en aquel entonces Presidente de ASIC, a quien se le rindió
un homenaje junto a los otros compañeros asesinados, Ramiro y Juan Francisco,
así como la compañera Dora Sorto y su bebé con 7 meses de gestación, todos
ellos habitantes de las comunidades de cabañas que se hicieron presentes.
El Coordinador del MOVIAC José Santos manifestó que la
aprobación de la ley es el resultado de una larga lucha de varias organizaciones
ambientalistas y sociales que por 12 años han mantenido presión en la Asamblea
Legislativa para aprobar dicha ley y también recordó que por más de 20 años,
CESTA, con el apoyo de Amigos de la Tierra Internacional, ha venido alertando sobre
los impactos de la minería metálica en el país.
Ricardo Navarro manifestó que una lección que quedó clara
con esta lucha es que cuando las poblaciones y sus organizaciones se unen para
alcanzar un fin común, a los políticos no les queda más alternativa que someterse
a la voluntad del pueblo, a la vez elogió el papel de la iglesia en apoyar la
lucha contra la minería metálica y dijo “que lo que ha quedado demostrado es
que continúa vivo el espíritu del Beato Monseñor Romero, martirizado también por
defender los derechos humanos”.
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