5 de junio. Día
Internacional del Ambiente
Ricardo Navarro
CESTA- MOVIAC
5 de junio 2023.
El 5 de junio, designado por las Naciones
Unidas como el Día Internacional del Medio Ambiente, es siempre una ocasión
propicia para reflexionar sobre la situación del ambiente que nos rodea y en qué
medida no está ofreciendo un entorno adecuado para el buen funcionamiento de
nuestras vidas.
El Salvador es parte de un planeta con serios
problemas ambientales, sociales, económicos y políticos, que amenazan la
existencia misma de la humanidad. Concentrándonos únicamente en los problemas
ambientales, se perciben en el planeta al menos 3 grandes problemas, que, de no
manejarlos en forma adecuada, pueden por si solos poner serios obstáculos al
funcionamiento de nuestra civilización.
Un primer problema de amplia discusión es el
cambio climático, producto de haber incrementado la temperatura de la atmósfera
a nivel del suelo, lo que a su vez ha sido el resultado de haber emitido
grandes cantidades de gases de efecto invernadero en los últimos 250 años.
Estas emisiones hicieron que la temperatura de la atmósfera oscilara alrededor
de 13.6 grados Celsius hasta 1920, luego hubo un cruce de umbral y la
temperatura comenzó a incrementarse hasta 1940 cuando llegó a 13.9 grados y así
paso oscilando alrededor de ese valor hasta 1980, cuando de nuevo se cruzó otro
umbral y la temperatura ha continuado incrementándose desde entonces hasta
llegar ahora cerca de 14.8 grados y lo preocupante del caso es que no se tiene
ni la más remota idea si la temperatura llegará a estabilizase pronto o en un
tiempo lejano y a qué nivel.
Por el momento ya estamos sufriendo las
consecuencias, se está volviendo normal tener grandes tormentas, huracanes,
sequías y enfermedades. Al parecer pronto se van a experimentar nuevas
situaciones alarmantes ya que el deshielo de los polos está liberando virus de
los cuales no se tiene ninguna memoria biológica, o sea que somos altamente
vulnerables. Algo nunca visto que están alertando los glaciólogos es que en la
Antártida hay un glaciar llamado Thwaites de 230 mil Km2 de
extensión, casi igual al territorio combinado de Honduras, Guatemala y El
Salvador, el cual está amenazando con desprenderse y se calcula que dependiendo
de la porción de glaciar que se desprenda se puede incrementar el nivel del mar
a nivel planetario entre 0.5 y 3 metros y esto puede suceder en cualquier
momento, sobre todo si sigue aumentando la temperatura de la atmósfera como
está sucediendo.
Otro problema muy grave que se discute menos es
la erosión de la biodiversidad. El planeta, en su interacción con el sol,
produce cada año una serie de funciones biológicas que la humanidad utiliza
para sobrevivir. Hasta 1970 la humanidad consumía en el año lo que la Madre
Tierra producía en ese año, pero a partir de esa fecha la población mundial
comenzó a consumir en menos de un año lo que a la naturaleza le tomaba producir
en un año, incrementándose cada vez más el saldo rojo. En 2022, para el 28 de
julio la humanidad ya había consumido lo que a la naturaleza le iba a tomar un
año producir. Esto significa que llevamos más de 50 años incrementando el saldo
rojo con la naturaleza lo que ha venido debilitando los ecosistemas que son los
que hacen posible la vida humana y de las demás especies.
Un estudio dado a conocer a principios de 2023 mostró que desde 1970 a 2018 se había perdido en el planeta el 68% de la abundancia de la vida silvestre que se ha venido monitoreando, entre mamíferos, reptiles, aves anfibios y peces, o sea que de un promedio de 100 animales que antes existían en 1970 en el planeta, solo habían 32 para 2018. Esta grave disminución de vida silvestre no es uniforme en todos los continentes de hecho Latinoamérica tiene la reducción más alta del mundo, llegando a 94%. La gran pregunta es: ¿Cómo podrá continuar la vida humana en el planeta si estamos destruyendo la vida animal, tan importante para el funcionamiento de los ecosistemas del cual depende la vida humana?
Otro gravísimo problema, todavía menos
discutido, es la contaminación, que en forma muy diversa ocurre a lo largo y
ancho del planeta. Una parte muy extensa de esa contaminación que se ha venido
discutiendo en los últimos años es la contaminación por plástico, de hecho, la
ONU escogió como tema principal para el Día del Ambiente 2023 a “la
contaminación por plástico”. Sucede que cada año se produce unos 450 millones de toneladas de productos plásticos, de lo cual 270
millones de toneladas se abandonan en el ambiente cada año, la mayor parte son
artículos que se utilizan solo una vez como pajillas, vaso térmicos y durapax. Estos desechos plásticos en al ambiente
permanecerán allí más de 500 años generando problemas, entre ellos están todos
los impactos negativos en la salud de las personas, pasando por una variedad de
tipos de cáncer, daños a buena parte de los órganos del cuerpo humano. Se ha
encontrado micropartículas tóxicas de plástico en la sangre, leche materna,
placenta humana y el cerebro.
Hace pocos días terminó en París la segunda
reunión de la ONU para desarrollar un acuerdo internacional jurídicamente vinculante
pare reducir la contaminación por plástico en el mundo, lo cual pasa entre
otras cosas por desarrollar procesos para evitar en el corto plazo la
producción de plásticos de un solo uso, pero como era de esperarse las
corporaciones del plástico y por consiguiente causantes de la contaminación,
han estado siempre obstaculizando el proceso. Las empresas proponen que en vez
de prohibir plásticos de un solo uso es mejor reciclarlo, pero lo que no
mencionan es que cada vez que se recicla plástico se pierde un 30% de los
insumos, esto significa que en 3 o 4 veces que se recicle, los insumos de
plástico quedan fuera del proceso de reciclaje y terminan en el ambiente, lo
cual equivale a decir que tarde o temprano el plástico reciclado termina
contaminando el ambiente.
Una situación lamentable es que en El Salvador
las autoridades parecen no preocuparse mucho por estos problemas, el territorio
y las personas se vuelven cada vez más vulnerables a los impactos del cambio
climático, la biodiversidad se sigue deteriorando en forma alarmante y con
total impunidad, volviendo a los ecosistemas cada vez menos efectivos en
suministrar bienes como los alimentos y el agua. El manejo del problema del
plástico por parte de las autoridades es frustrante, la Asamblea Legislativa no
quiere discutir una propuesta de ley para reducir los plásticos de un solo uso,
que CESTA presentó en septiembre 2022 y el Ministro del Ambiente ha dicho que
los plásticos de un solo uso no deberían prohibirse sino manejarlos en forma
sostenible, mostrando así un total desconocimiento de los impactos de los
tóxicos en el reciclaje y de la irreversibilidad de los procesos de reciclaje
de plástico.
Lo más grave de todo esto es que las crisis generadas son cada vez más fuertes, atentando contra la misma existencia de la humanidad. Urge el establecimiento de un nuevo Contrato Socio Ambiental que permita una relación armónica de la humanidad con La Madre Tierra
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